viernes, 5 de julio de 2013

El parto en casa


El siguiente artículo ha sido extraido de http://www.elpartoesnuestro.es

El parto en casa
Parir en casa es hoy en España una opción minoritaria pero no era así hace unos años. Concretamente antes de los años 60 del siglo pasado el parto era normalmente asistido en casa por una matrona. Entonces, parir en casa no ofrecía la seguridad necesaria en todos los casos, varios factores confluían en las elevadas tasas de muertes de madres y bebés durante el parto: el hecho de tener hijos muy seguidos, condiciones nutricionales y de salud no óptimas de la mujer, hogares que no contaban con unos requisitos mínimos de salubridad (por ejemplo, no tenían agua corriente o calefacción). En la actualidad, con las condiciones de salud de la mujer, y de salubridad en el hogar, el parto en casa es una opción segura. La percepción de que el parto en casa es menos seguro que el parto hospitalario está basada en mitos y prejuicios sustentados en la falta de información sobre la forma en que se desarrolla un parto normal y la asistencia que, por tanto, en condiciones normales, se precisa. De hecho, existen estudios que demuestran que cuando es un parto de bajo riesgo parir en casa es más seguro que hacerlo en un hospital, pues en casa se dilata mejor, y disminuyen las posibilidades de que la mujer sea sometida a prácticas innecesarias por parte del profesional que le asiste el parto.
Si te planteas parir en casa, es conveniente que tengas en cuenta algunos aspectos. Según la primera guía de asistencia al parto en casa, elaborada por el Colegio Oficial de Enfermería de Barcelona, cuyo objetivo es unificar los criterios de actuación durante el parto y el postparto, para mejorar la práctica asistencial de las matronas que se dediquen a la asistencia domiciliaria, los requisitos para que el parto en casa sea seguro y posible son:
  • El plan de nacimiento se establezca antes de las 28 semanas de gestación. A partir de dicha fecha, será cada profesional el que valorará la conveniencia o no de atender a las embarazadas que lo decidan posteriormente.
  • Es recomendable que se hagan un mínimo de cuatro visitas clínicas antes de la asistencia al parto, una de ellas en el mismo domicilio de la gestante
  • Las mujeres aportarán todos los controles ecográficos y analíticos y otras pruebas complementarias necesarias que se hayan realizado.
  • La gestación será nada más de un bebé y en presentación cefálica.
  • El parto se asistirá en el domicilio cuando suceda entre las 37 y las 42 semanas de gestación.
  • Es necesario que los criterios de normalidad se mantengan durante todo el proceso, es decir, que el embarazo sea de bajo riesgo. Cualquier desviación se valorará particularmente y se atenderá según convenga o se derivará en los casos necesarios.
  • La elección de parir en casa ha de ser una elección informada y libre de la mujer. Nunca se ha de convencer ni imponer. Es crucial que la responsabilidad de la mujer y de su pareja en la elección de parir en casa se establezca y se asuma desde el principio.
  • La gestante y su pareja, si la hubiera, complementarán la historia clínica. Este documento será confidencial y quedará archivado y custodiado por el profesional.
  • Es necesaria la firma del consentimiento informado.
  • El parto debería desarrollarse en un domicilio que cuente con agua corriente y calefacción y que tenga un hospital a una distancia igual o inferior a media hora.
Un posible peligro de acudir a un profesional que asiste partos en casa es confiar "ciegamente" en la atención que nos van a prestar, dar por hecho que será siempre un profesional "respetuoso". Hay mujeres que desde el primer momento tienen claro que quieren parir en su hogar, pero en otras ocasiones la mujer opta por el parto en casa, no porque esta sería su primera opción sino porque tras un intenso turismo obstétrico (búsqueda de distintas opciones, incluso a muchos km de distancia de su domicilio) "huye" de la atención poco respetuosa que le ofrecen desde el hospital. Corre así el riesgo de valorar toda aquella atención prestada "fuera" del entorno hospitalario como respetuosa, cuando puede que no sea así. Es recomendable que la mujer se informe y se plantee, también en el caso del parto en casa, que atención quiere para su parto y si el profesional en cuestión se la va a brindar. Es importante que formules al profesional con el que te plantees parir en casa las preguntas que tengas sobre la atención que va a prestarte el día del parto. Es conveniente hacerlo con suficiente antelación para poder decidir con tiempo si la atención que te ofrece se ajusta a tus necesidades, o no, y has de cambiar de profesional. Hazlo conforme un guión, para asegurarte que ninguna duda queda por resolver.
Otra opción es buscar un profesional que te atienda en casa durante parte del proceso de parto (dilatación) y finalmente desplazarse al hospital para el expulsivo, continuando allí éste su asistencia o no, según lo que se haya pactado con él y las posibilidades concretas que permita el centro hospitalario o profesional que finalmente atenderá el parto.
También hay mujeres que buscan para su parto una doula que la acompañe y le ayude a comprender el proceso del parto, aunque no le asiste el parto. La doula puede acompañar a la mujer tanto en el parto domiciliario como en el hospitalario, teniendo en cuenta que en el hospital puede haber restricciones respecto al número de acompañantes permitidos, lo que puede obligar a la mujer a tener que elegir entre los familiares y la doula.
Parir en casa es una práctica habitual en algunos países de nuestro entorno, como Inglaterra u Holanda, donde incluso el gasto queda cubierto por la Seguridad Social. En otros países, como por ejemplo Suecia, Alemania y Austria, la Seguridad Social cubre la mayor parte de la atención, quedando por pagar a la familia  la parte correspondiente a las guardias de la(s) matrona(s).
Sin embargo en España el gasto del parto en casa no lo cubre la seguridad social, ni todos los seguros privados, por lo que otro aspecto, y no menor, que ha de valorar la mujer que va a parir en casa, o que va a pasar parte del proceso de parto en casa asistida de un profesional, es el coste económico. Es un precio importante, y es conveniente tenerlo previsto y ahorrar para hacerle frente. Puede la mujer plantearse, solicitar el reembolso a la consejería de sanidad o al seguro, en su caso, con la intención de evitarse -o compensarse parte - de ese gasto, y también con un fin reivindicativo sobre la conveniencia de que el parto en casa sea asumido por la seguridad social, o por el seguro.

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