martes, 29 de octubre de 2013

La fragilidad de la vida, ser madres...

           El texto completo lo puedes leer en http://co-madres.blogspot.mx


Recuerdo el primer momento en el que fui consciente de que sostenía la vida en mis manos, la tocaba, la olía, la acariciaba, le hablaba, ese primer instante en el que la Tierra afirmaba en mi un nuevo nacimiento, entre lagrimas y risas, la Luna, la noche, el aire, las aguas, el mar mismo y toda la naturaleza celebraban conmigo el suspiro de una nueva vida.


Jamás me sentí mas vulnerable, mas protectora, más fuerte y a la vez mas suave, la naturaleza había confiado en mi para ser la madre de un ser único e irrepetible que me cambiaría la vida y la forma de vivirla.

La maternidad me invitó a tocar la sutilidad más fina , me trajo nuevos hábitos, inspiración para generar nuevos acuerdos y consciencia para vivir vínculos que antes tenía adormecidos. De pronto comencé a interesarme y preguntarme cosas que antes no venían a mi mente, el corazón como flor en primavera comenzó a abrirse para dar y recibir el amor mas puro.

Además de elegir una crianza consciente y congruente con el amor que deseo sostengan la existencia de mi hija, despertó en mi un instinto por cuidar, proteger y conservar el equilibrio de nuestro Planeta. Ser madres nos conecta con la maternidad universal, con esa consciencia de la Tierra que deseamos heredar a nuestros hijos, pues ahora somos parte de un todo llamado Madre.

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